Somos un matrimonio con un bebé de 5 meses y éstas han sido nuestras primeras vacaciones con él. La posada no sólo es acogedora y el paisaje impresionante, sino que nuestra anfitriona, Mari Luz, ha sido como una madre para nosotros y una abuelita (joven, eso sí) para nuestro bebé.

Los desayunos resultaban alegres además de deliciosos mientras por la ventana disfrutábamos del magnífico jardín que posee la finca. Mientras Basi preparaba el zumo de naranja, entretenía a Álvaro para que pudiéramos desayunar tranquilos.
La posada está muy cerca del pueblo de Loredo, nosotros íbamos todos los días andando a comer y a cenar. Además hay dos supermercados con lo que algunas noches que llovió pudimos cenar en el salón que Mari Luz pone a disposición de los que queramos utilizarlo (microondas y nevera incluídos).
Podríamos contar muchísimas más cosas, todas buenas, de Mari Luz y su posada, pero lo resumimos en una frase: volveremos pronto y animamos a todos a que vayáis allí en vuestras vacaciones.