Ioseba y Elena

Nos encantó la zona donde está ubicada la Posada, muy cerca de las playas y de Santander, y muy tranquila. Las habitaciones son muy cómodas y bonitas.

Mari Luz fue muy atenta y nos recomendó muy bien sobre los lugares para visitar, además de servirnos unos estupendos desayunos.
En verano ideal, pero el invierno también tiene su encanto.
Gracias por todo.